‘‘Para iniciar el camino hacia el bienestar, hay que tener en cuenta dos premisas fundamentales: el bienestar propio no es responsabilidad de nadie más que de ti mismo, y que es el resultado de una combinación equilibrada del cuidado de tu cuerpo, tu mente, tus emociones y tu espíritu”, es lo primero que aconseja Carmen Julia sobre cómo trabajar el bienestar.
Muchos hemos sido víctimas de confundir lo que significa el bienestar, la felicidad y dejarnos llevar de publicidades engañosas que nos venden un ideal irreal. Con referencia a ello, la experta asegura que ‘‘con frecuencia en los medios de comunicación se divulgan seminarios y libros de autoayuda sobre la felicidad e historias de personas que son felices a pesar de sus limitaciones físicas, su precariedad económica o de haber vivido experiencias traumáticas. Paradójicamente, la expresión correcta no es “a pesar” sino…. “gracias a” esas causas, esas personas han descubierto el camino y el significado de la felicidad’’.
En internet se divulgan muchos casos muy admirables de esas personas, que pasaron de ser héroes anónimos a líderes motivacionales de multitudes. En nuestro país también hay muchas vidas ejemplares, basta que miremos en nuestro entorno familiar o vecindario para encontrarlos. Tomemos el ejemplo de Francina Hungría, quien perdió la vista al ser víctima de un atraco, y se ha convertido en una activista de los derechos de las personas no videntes y un ejemplo de superación y nobleza para todos.
fuente:listindiario.com
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