Cada año la celebración en honor a la Virgen de la Altagracia en esta ciudad atrae a miles de personas de diversos confines del país y del extranjero, en una tradición que data de muchos años y que se realiza en medio de un intenso operativo de seguridad de las autoridades.
Desde hace varios días están llegando feligreses y turistas, para estar presente en los actos en honor a la protectora del pueblo dominicano, como parte del peregrinaje hacia este templo, va precisamente por la devoción católica.
El ambiente en el lugar se torna dinámico y simultáneamente con los detalles que implica el fervor mariano, el contraste comercial y el ambiente en el patio de la basílica, donde algunos se bañan y realizan diversos tipos de necesidades, es de atender.
El trabajo es arduo para el equipo de protocolo y limpieza de la basílica, a quienes se les va de las manos, debido a la cantidad y lo heterogéneo de quienes visitan el lugar. La devoción atrae gente que realizan promesas de curación y prosperidad, que vienen con originales vestimentas y atuendos, de diversos colores e interpretaciones.
El ambiente
En las festividades en honor a Nuestra Señora de la Altagracia, las autoridades montan una logística especial, que incluye el tránsito, con todas las vías de acceso a la provincia, el desplazamiento interno y controles de agentes en toda la ciudad, incluido el entorno de la basílica, donde acude la mayor cantidad de personas.
fuente:listindiario.com
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